miércoles, octubre 25, 2006


Viajes de la vida


Caminando, rumbo con su mochila, su botas de trecking, sus bastones, dispuesta a recorrer el mundo, a dejarse llevar por la naturaleza, por todas esas pequeñas y grandes cosas, que nos hacen vibrar, encontrar lo que siempre ha estado esperando sin esperar, pero, de pronto, aparecen las montañas, con esos picos tan altos, que le hacen tropezar, que le hacen retroceder unos metros para poder coger impulso y empezar a escalar ... para volver a bajar... para volver a subir ...

7 comentarios:

Princess Valium dijo...

Como la vida misma.
Un besito

MORGANA dijo...

Caminante no hay camino, se hace camino al andar..........
Muchos besos.

Patus dijo...

Para que el viaje resulte mejor hay que procurarse un buen estado físico-emocional-mental, una mochila que no sea demasiado pesada y un buen compañero si es posible.

Eowin dijo...

Tengo una amiga que ama las piedras y las montanias.. es tal su atracion que con solo pisar un china es feliz.., algo tendran eso pasajes para disfrutarlos asi.., en cambio yo soy de llanura.., de mar, de que mis ojos se pierdan en el horizonte.

இலை Bohemia இலை dijo...

Conozco a alguien que comparte esa pasión por las montañas y los caminos. Bello texto.

el santo job dijo...

y al volver la vista atrás se ha de ver el camino que nunca más se ha de andar
Un beso!

Unknown dijo...

Yo acabo de llegar de viaje y ya estoy preparando el próximo.. esta vez a la naturaleza nórdica!
Saludos!