lunes, marzo 24, 2008

Sentimientos

Las horas pasaban, él no dejaba de hablar, ella lo escuchaba atentamente, aunque a veces solo veía sus labios como se movían, deseaba en aquel instante que aquellos labios la besaran, pero seguía teniendo miedo. De pronto, un silencio, una mirada, palabras difíciles que giraban entorno a ellos. Nervios, riesgos, miedos, indecisiones... Por fin sus labios se rozaron lentamente, fue el beso más largo y tierno de la historia de los besos, fundido con un abrazo que les dejó con la piel de gallina, sentimientos que iban y venían, mariposas que revoloteaban en sus cuerpos. Besos, caricias... sus dedos rozaban su piel suave como la de un bebé, cuerpos desnudos entrelazados, sentimientos revolucionados...

2 comentarios:

giovanni dijo...

Las maravillas son sencillas.
Un beso

Anónimo dijo...

Mi Felipín tb tiene la piel suave, pero tanto como la de un bebé... no, no, tiene la piel como la de... espera que piense... Creo que como la piel de El Duque.

Besos de Princesa